"Pastor", en el Nuevo Testamento,

es sinónimo de "obispo" y "anciano"

 

 

Los pstores-ancianos-obispos, términos sinónimos, constituidos en cada congregación deberían llenar los requisitos de 1 Timoteo 3 y Tito 1.

 

Estos varones maduros representan a dos conjuntos de pastores-ancianos-obispos, términos sinónimos conforme a evidencias indisputables del Nuevo Testamento. Cada conjunto tiene la encomienda divina de apacentar a una congregación local de la iglesia del Señor, "cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto..." (1 Pedro 5:1-4). Ya que "pastor" es sinónimo de "anciano" y "obispo", todo pastor constituido bíblicamente ha de cumplir con los veintitrés requisitos para obispo-anciano-pastor detallados en 1 Timoteo 3:1-7 y Tito 1:5-11.

El "Príncipe de los pastores"

"Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria" (1 Pedro 5:4). El "Príncipe de los pastores" es, desde luego, el propio Jesucristo, diciendo el Señor durante su ministerio terrenal: "Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas" (Juan 10:11). ¿Quiénes son los "pastores" de los cuales Cristo es el "Príncipe"? Estos se identifican en 1 Pedro 5:1 como "los ancianos que están entre vosotros". Por lo tanto, gramaticalmente, los "pastores" del versículo 4 son los "ancianos" del versículo 1, y consiguientemente, los dos términos son sinónimos. Los "...vosotros" del versículo 1 eran los destinatarios de la primera epístola de Pedro, siendo ellos "...los expatriados de la dispersión", es decir, judíos exiliados, convertidos a Cristo, "en el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia", provincias del Imperio Romano del Siglo I (1 Pedro 1:1-2). Se deduce, pues, que aquellos "ancianos", también llamados "pastores", eran ancianos, es decir, pastores -valga la redundancia- de las congregaciones de la iglesia del Señor en las provincias nombradas.

A estos ancianos-pastores el apóstol Pedro instruye: "Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros..." (1 Pedro 5:2). Similar instrucción dio el apóstol Pablo a los "obispos" de la iglesia en Éfeso, la segunda ciudad en importancia del Imperio Romano, ubicada, precisamente, en la provincia de Asia, una de las cinco nombradas en 1 Pedro 1:1. Les dice: "Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre" (Hechos 20:28). Así que, la misma encomienda dada por Pedro a los ancianos-pastores de iglesias en cinco provincias del Imperio Romano el apóstol Pablo se la encarga a los "obispos" de la iglesia en Éfeso. Esta circunstancia nos lleva a concluir, naturalmente, que "obispos" es sinónimo de "ancianos" y "pastores". Confirmación definitiva para esta deducción la hallamos en el siguiente hecho: Los mismos varones que el apóstol Pablo identifica como "obispos" en Hechos 20:28, son llamados "ancianos" en Hechos 20:17. Pablo, "Enviando, pues, desde Mileto a Éfeso, hizo llamar a los ancianos de la iglesia". Entonces, claramente se entiende que los dos términos "ancianos" y "obispos" son aplicados a los mismos varones encargados de "apacentar la iglesia del Señor" en Éfeso. Ahora bien, ya que "obispos" es sinónimo de "ancianos", y "ancianos" es sinónimo de "pastores", la deducción obvia e ineluctable es que los tres términos son sinónimos. Y de esta manera la veracidad del título de este estudio queda establecida. 

 

Pluralidad de pastores-ancianos-obispos
en cada congregación

 

Dirigidos por el Espíritu Santo, Pablo y Bernabé "constituyeron ancianos en cada iglesia, y habiendo orado con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído" (Hechos 14:23). "...ancianos", plural. Una pluralidad de ancianos en cada iglesia. Dos, o más. Dado que anciano es sinónimo de pastor u obispo, podemos afirmar confiadamente que Pablo y Bernabé constituyeron una pluralidad de pastores en cada congregación. Hebreos 13:7 respalda esta afirmación. "Acordaos de vuestros pastores, que os hablaron la palabra de Dios; considerad cual haya sido el resultado de su conducta, e imitad su fe." "Pastores", plural. Cada cristiano debería acordarse de sus pastores", y no de un solo pastor. El mismo concepto de "pluralidad de pastores" se pone de relieve de nuevo en el versículo 17 del mismo capítulo. "Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos..." Cada cristiano obedece a sus pastores, y no a uno solo; se sujeta a sus pastores, plural, y no a uno solo. 

Siguiendo el apóstol Pablo el desarrollo de su ministerio siempre conforme a la supervisión del Espíritu Santo, escribe al evangelista Tito: "Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y establecieses ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé...". Ya se lo había mandado. Vuelve a encargárselo. ¿Qué cosa tan importante? Establecer "ancianos en cada ciudad", o sea, en cada congregación. "Ancianos", plural. Dos, o más, en cada iglesia. Así pues, el apóstol no solo constituyó él mismo una pluralidad de ancianos-pastores-obispos en cada congregación sino que instruyó a los evangelistas preparados por él para la continuación de la obra de Dios a hacer exactamente lo mismo. El evangelista Timoteo también recibió instrucciones detalladas de parte de Pablo sobre el nombramiento y trato de obispos-ancianos-pastores, encontrándose las mismas en 1 Timoteo 3:1-7 y 5:17-22.

"Los ancianos" de las iglesias en Judea recibieron el socorro enviado por los discípulos en Antioquía de Siria para aliviar la "gran hambruna" que azotó a Judea "en el tiempo de Claudio" (Hechos 11:27-30), emperador romano. "Ancianos", una pluralidad, figuran en el liderato de la gran congregación en Jerusalén. "Y llegados a Jerusalén, fueron recibidos por la iglesia y los apóstoles y los ancianos..." (Hechos 15:5). "Y se reunieron los apóstoles y los ancianos para conocer de este asunto" (Hechos 15:6), es decir, de obligar, o no, a los gentiles convertidos a circundarse. ¿Y qué más diremos? El apóstol Pablo dirige su epístola a la iglesia en Filipos "a todos los santos en Cristo Jesús que están en Filipos, con los obispos y diáconos" (Filipenses 1:1).

Tratándose de la organización de la iglesia, se nos informa en Efesios 4:11 que Jesucristo "constituyó a unos apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros...". Dado que en los textos bíblicos ya estudiados se usan sinónimamente los términos pastores, ancianos y obispos, lógicamente deducimos que "pastores" en Efesios 4:11 significa lo mismo que "ancianos" u "obispos" en otros pasajes. Observamos que solo aparece el vocablo "pastores" en Efesios 4:11, y no los otros dos términos, lo cual da fuerza a nuestra conclusión. De haberse incluido cualquier de estos dos términos, o los dos, naturalmente habría que razonar que "pastores" fuera una categoría diferente a ellos. Pero, no se incluye ni el uno ni el otro.

 

Pastores pentecostales ignoran u obvian
verdades bíblicas sobre verdaderos
"pastores"
. También muchos pastores
de otras iglesias.

 

Amado lector, diríase que ningún estudiante diligente del Nuevo Testamento, ninguno "que usa bien la palabra de verdad" (2 Timoteo 2:15), ninguno que se ocupa "en la lectura" (1 Timoteo 4:13), pasaría por desaperiebida tanta información inspirada sobre la organización de la iglesia y la identificación acertada bíblica de los que deberían "apacentar a la iglesia de Dios", "cuidando de ella" (Hechos 20:28; 1 Pedro 5:2). Pero, los pastores pentecostales, cegados por sus ilusiones de ser los nuevos portavoces inspirados sobrenaturalmente por Dios, dando más credibilidad a sus "visiones, sueños, revelaciones, profecías, sanidades y testimonios" que a la Palabra divina escrita en el Nuevo Testamento, obviamente no se dan mucho a la lectura cuidadosa de la verdadera y única Palabra inspirada. Se identifican como "pastores", sin saber lo que es un verdadero "pastor" según la revelación de Dios, quebrantando o incumpliendo los mandamientos de Dios sobre el nombramiento de una pluralidad de pastores en cada iglesia, y no llenando los requisitos establecidos por Dios para ser pastor-obispo-anciano.

1. En tal vez una mayoría abrumadora de las iglesias pentecostales, un solo varón toma para sí el oficio de "pastor", el único pastor de la congregación. En otras, al igual que en muchas iglesias del cristianismo, algún concilio o junta directiva nombra a un solo varón como "pastor" en cada congregación. Ambos procedimientos carecen de precedente en el Nuevo Testamento. El verdadero precedente bíblico ya lo hemos puesto de relieve, a saber, los apóstoles y evangelistas establecieron una pluralidad de pastores-ancianos-obispos en cada congregación. Los beneficios de una pluralidad en el liderato son muchos, mientras los males de tener a un solo varón, o en muchos casos, a una sola mujer, al mando de la congregación componen un listado largo. El único ejemplo en el Nuevo Testamento de un solo varón encargado de una congregación es el de Diótrefes. Según 3 Juan 9-10, ¡este fue un verdadero dictador! Apunta Juan: "Yo he escrito a la iglesia; pero Diótrefes, al cual le gusta tener el primer lugar entre ellos, no nos recibe. Por esta causa, si yo fuere, recordaré las obras que hace parloteando con palabras malignas contra nosotros; y no contento con estas cosas, no recibe a los hermanos, y a los que quieren recibirlos se lo prohíbe, y los expulsa de la iglesia". ¿Cuántos pastores de actualidad son como aquel Diótrefes, pisando y explotando a las congregaciones bajo su dominio totalitario? Seguramente, los tales también darán cuenta al "Príncipe de los pastores".

2. El apóstol Pedro, "anciano también", (1 Pedro 5:1), advierte, aun a pastores-ancianos bíblicamente constituidos, contra actuar como dictadores. "Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey" (1 Pedro 5:2-3). Tristemente, enseñorearse "por ganancia deshonesta" es, justamente, lo que están haciendo muchísimos pastores autonombrados de actualidad. Toda la feligresía ha de someterse a su voluntad, como si fuera "el pastor" Dios mismo. Bueno, precisamente en este particular estriba la problemática, pues gran número de pastores auto elegidos o puestos por concilios pentecostales dice que Dios se revela directamente a través de ellos, y diciéndoselo con autoridad imperiosa a los ingenuos o ignorantes feligreses, estos tiemblan de miedo, sojuzgándose a las exigencias del pastor. Pero, amado, "la grey" es "de Dios", como dice Pedro, y no del pastor, singular, que tome dominio sobre ella en contra del plano divino para la organización de la iglesia. Ni tampoco es "la grey" propiedad siquiera de una pluralidad de pastores-ancianos bíblicamente constituidos. "...la grey" es "de Dios", y él la cela con celo divino, verdad trascendental que nos conviene tener presente siempre. Así pues, ¡qué sea debidamente advertido y tenga cuidado todo pastor que se arrogue señorío o cuide "por fuerza" a las ovejas de Dios! De cierto, el tal tendrá que dar cuenta al "Príncipe de los pastores".

3. Ahora bien, dado que "pastores" es sinónimo de "obispos" y de "ancianos", los requisitos para ser obispo-anciano también son los mismos para ser "pastor". Los requisitos fijados por el Espíritu Santo se detallan en 1 Timoteo 3:1-7 y Tito 1:3-11 -un total de veintitrés. Entre ellos, figuran algunos que muchísimos auto elegidos pastores, o pastores nombrados por concilios, simplemente no cumplen. Por ejemplo...

a) "...marido de una sola mujer, y tenga hijos creyentes que no estén acusados de disolución ni de rebeldía" (Tito 1:6; 1 Timoteo 3:2-5). Por ahí en gran cantidad de congregaciones ejercen poder pastores solteros, pastores sin hijos creyentes, pastores divorciados, no por infidelidad sexual de la cónyuge, y casados de nuevo -siendo tal infidelidad la única razón que justifica el divorcio y nuevas nupcias según Cristo (Mateo 19:1-12)- pastores que no gobiernan "bien su casa", pastores cuyos hijos no están "en sujeción". Estos también cuenta darán al "Príncipe de los pastores" por haber presumido ejercer el obispado sin cumplir con los requisitos establecidos por Dios.

 

Dos adultos jóvenes mormones que se identifican como "elders", vocablo en inglés cuyo significado es "ancianos".
 

Dos adultos jóvenes mormones cuya placa de identificación dice "Elder", vocablo en inglés que significa "Anciano". He aquí un ejemplo clásico de la aplicación incorrecta de términos bíblicos a personas que no cualifican, según el Nuevo Testamento, para ostentarlos, pues obviamente estos dos varones no son ancianos, ni en años ni en experiencia.


b) Otro requisito para ser pastor-obispo-anciano es "...no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo" (1 Timoteo 3:6). Pero, ¿cuántos varones jóvenes se identifican como "pastor"? ¿Y cuántas mujeres jóvenes, como "pastora", vocablo que ni siquiera aparece en el Nuevo Testamento? "Pastor" es sinónimo de "anciano". "Anciano", en el contexto de la organización de la iglesia, identifica a un cristiano maduro, de mucha experiencia, lleno del conocimiento de la Biblia, de mucha "sabiduría e inteligencia espiritual" (Colosenses 1:9), de cordura, de buen juicio. Llamarse "pastor" un cristiano joven es lo mismo que llamarse, en términos bíblicos, "anciano", lo cual sería un disparate, pues el joven no es anciano, y esto es axiomático. Los adultos jóvenes mormones enviados por el mundo para esparcir las doctrinas del vidente Joseph Smith, fundador de su iglesia, se identifican como "elders", o sea "ancianos". He aquí un ejemplo clásico del mal uso de términos bíblicos para ministerios en la iglesia. Títulos y puestos dados a personas a quienes no les corresponden bíblicamente. Quién osa tomarlos sin reunir las cualificaciones establecidas por Dios, cuenta dará al "Príncipe do los pastores" en el día de su segunda aparición (Hebreos 9:28). Aclarando un poco más, en el Nuevo Testamento, los vocablos "pastor", "obispo", "anciano", "evangelista", "maestro", "ministro", "diácono", etcétera, realmente no son títulos sino términos que describen distintas funciones de siervos en el Reino de Dios. En Mateo 23:1-12, Jesucristo se expresa vigorosamente en contra del uso de títulos. Un punto adicional tenemos a bien enfatizar, a saber: Tal cual dice 1 Timoteo 3:6, el "neófito" medio suele demuestrar una inclinación fuerte bien documentada de envanecerse, estado inmaduro de espíritu que le lleve a caer "en la condenación del diablo". ¿Cuántos "pastores" jóvenes andan por ahí en las congregaciones llenos de vanidad, de mil maneras haciendo daño a las ovejas?

 

"Corona incorruptible de gloria"
para los pastores-ancianos-obispos
competentes y fieles

 

¡Oh, sí!, amado que lee. Este es el premio prometido. "Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria" (1 Pedro 5:4). Este premio Cristo se lo otorgará a los pastores de verdad que no solo llenan los requisitos para el obispado sino que también ejercen con dignidad, eficiencia y diligencia su ministerio muy especial conforme a las directrices asentadas por Dios.  

 


 

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